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12 Fotos impresionantes muestran cómo es de verdad padecer un trastorno de ansiedad generalizada

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Este artículo fue publicado originalmente el 14 de mayo de 2015.

“Tratar de explicarle una enfermedad mental a alguien que nunca la ha experimentado es como tratar de explicarle el color a un ciego”, me cuenta la fotógrafa Katie Crawford. En lugar de confiar sólo en las palabras para transmitir lo que se siente al sufrir un trastorno de ansiedad generalizada y depresión, algo contra lo que Crawford ha estado luchando desde los 11 años, un día cogió su cámara de fotos y realizó una impresionante colección de autorretratos, que ha titulado “Mi corazón ansioso”.

La licenciada en Bellas Artes por la Universidad del Estado de Louisiana en 2015 había estado ocho años bajo tratamiento por sus trastornos, pero decidió abandonar la medicación a los 21 años, con la supervisión de su médico. “Estaba en mitad de mi tercer año de carrera en la escuela de arte y me sentía tan paralizada y demente por estar queriendo controlar mi ansiedad que decidí dejar de depender de la medicación”, explica. “El profundo cambio que suponía el sentir estas emociones y los ataques frecuentes de pánico me dejaban agotada, pero sabía que tenía que atajarlos de raíz si de verdad quería que mi vida tuviera un cierto grado de normalidad…Tenía que expresar visualmente lo que me estaba ocurriendo mentalmente”.

Cada uno de los autorretratos de Crawford manifiesta una emoción aparentemente inefable: una mordaza de plástico fino y transparente estirada sobre la boca representa su dificultad física y metafórica para respirar; un reloj roto junto a un reloj de arena que encierra su cuerpo evoca la fracturada relación de Crawford con el paso del tiempo. Ella espera que, junto el texto que las acompañan, las fotos “sean capaces de expresar la constante y abrumadora presencia de la ansiedad. No es siempre aterradora, no es siempre fuerte, y no es siempre intensa, pero siempre está cerca.”
También espera que la sociedad empiece a hacer frente a las enfermedades mentales de la misma manera que lo hace con las enfermedades físicas: con naturalidad y sin vergüenza. “Existe el estigma de que 'eso está sólo en tu cabeza'”, observa, “[pero] ¿hay algo que te debilite más que estar preso dentro de tus propios pensamientos?” Y a nivel individual, apela por una mayor comprensión y compasión para el 3,1% de la población que padece de trastorno de ansiedad generalizada. “Hay una idea equivocada de que las personas ansiosas son antisociales, irritables, o demasiado dramáticas", afirma. "Sin embargo, lo más probable es que estén procesando con tal intensidad todo lo que hay a su alrededor que no sepan afrontar ni preguntas, ni a la gente, ni mucha información a la vez."
Puedes ir pulsando para ver los 12 retratos de “Mi corazón ansioso”, que resonarán en todos aquellos que hayan experimentado la ansiedad, con trastorno o sin él. Como señala Crawford, su historia es la de una sola mujer. Una historia, sin embargo, que tiene la facultad de estimular una conversación.

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